Y se viene Navidad!!
Seee aleluya hermanos grita el pastor de la Iglesia Universal, mientras yo camino por las putas calles del Centro buscando “regalos” en la medida de lo posible y acorde al presupuesto salarial
Un puesto de la calle tiene un arsenal de pirotecnia clandestina para que festejemos la "Noche de Paz"
La gente se choca, me choca, nos chocamos, y por un momento recuerdo cuando era adolescente y jugaba al rugby, y estoy a punto de abrazar a una gorda que tengo a la derecha y a un flaco que “intenta” repartir volantes a mi izquierda, y juntos los tres, así! formar el frente de un “Scrum” para aplastar al rival, que en este caso el rival es la multitud que tengo delante.
Pero me contengo en el intento, porque en Santa Fe y con 45 grados de calor, abrazar a la gorda sudada no es una idea genial, la jaula de un puma huele mejor.
Entonces sigo sola, esquivando gente, escuchando pelotudeces, y algunas cosas ciertas, entre medio de los bocinazos de los automovilistas, que nunca se enteran que las líneas blancas en la esquina son “Senda Peatonal”, y cuando estoy por cruzar una Chevy naranja que inexplicablemente todavía tiene ruedas, acelera el tercio de motor que le queda como diciendo... “Mirá que te piso!” mientras ocupa tres cuartas partes de la senda peatonal, y le obstruye la rampa de bajada de la esquina al paralítico que esta en sillas de ruedas intentando cruzar de vereda.
Pongo un pie en la calle, y acelera mas fuerte largando una espantosa ráfaga de GNC mal quemado por el escape, entonces lo miro y pienso “si alguien prende un cigarrillo ahora, volamos todos”, y lo dejo pasar con su carromato oxidado, a ver si por hacerme la valiente después me tengo que dar la antitetánica! . El paralítico cruza hacia mi lado y yo hacia el suyo. Sigo por las calles, y veo como la gente compra, compra, compra, como si fuera el último día en Gomorra y Sodoma.
En eso una frenada distrae mis oídos, miro a mi derecha, un auto blanco le pega de costado a un pibe en ciclomotor y la moto choca contra el cordón y el pibe vuela y se entierra entre una pila de bolsos que expone un local en la vereda. El automovilista se baja , mira que su auto no este rayado, y sigue viaje. El Kamikaze de ciclomotor intenta salir de una Samsonite en la que su pierna quedó atascada. Yo sigo, sigo, sigo entre la gente viendo sus regalos idiotas, realmente inútiles...
Una tipa con cinco pibes en escalera de aproximadamente 8 a 2 años, se pone a hablar con un vendedor de celulares es esas sombrillas que ponen en la calle con sillas playeras, y le dice... “Quiero un celular para el Sssshonatan, de los que vienen con tapita, pantalla color y música del tres, o ene 3... bueno no sé, vo me entendé” en eso el vendedor saca un celular de un millon dólar y no se que mas, porque yo sigo, sigo mi camino sin mirar atrás, y no porque tema convertirme en sal, ni porque soy fanática de los auténticos decadentes; sino porque es tanta la multitud que no podría girar.
Estoy en la calle pero parece el subte de Capital Federal a las 8:45 de la mañana de un lunes con paro de colectivos. Todos los comercios están hasta las bolas, un almacén armó en la vereda un puesto de pan dulce, turrones o otros productos con frutas secas. Por favor!! A esta sociedad enferma nadie le aviso que estamos en verano? 45° grados señores!! y en aumento!!! El sol derrite los turrones, y todo esta pegajoso, entonces escucho que la tierra tiembla y la gente grita, y pienso...
“Al fin Dios nos manda el séptimo ángel del Apocalipsis!! a la mierda con todo!!” pero no... ... ... ... era la gorda con la que casi hago un scrum una cuadra atrás, que ahora yace en la vereda rodeada de bolsas con regalos y con la presión mas por el suelo que ella misma. Escucho a una nena que le pregunta... usted es Mamá Noel?, pero sigo, no me puedo frenar, sino no llego, sino puedo morir ahogada en este océano de gente sudada. Veo a un policía, y pienso... “llegue a la juguetería!” porque hoy hay mas guita acá que en el Banco Central de la Nación. Compro las tres boludeces que tenia que comprar, y así me sumo como un pelotuda mas, a esta sociedad hueca y consumista.
No me podía quedar afuera, no podía ser menos... pago en una de las quince “cajas” que tienen en la juguetería, la cajera me dice... “para cualquier cambio trae la bolsa”!! que significa mas o menos... “Ni en pedo te hago un ticket, dejame evadir impuestos”. Salgo de la juguetería, suena la alarma y el cana me mira y me hace señas de que siga que no pasa nada; que control!! Por un momento pienso... si un terrorista se mete en la juguetería de tres pisos con una mochila llena de Trotil... quien lo para? Agradezco una vez mas vivir en el culo del mundo, y sigo ... sigo, sigo por la calle con ganas de ser Cocodrilo Dandy y caminar sobre la gente. Escucho una radio que anuncia 45 grados y veo que la gorda sigue desparramada en el piso, llamaron a la ambulancia hace media hora y ni noticias. Voy con mis bolsas feliz!! Como una pelotuda más!! Y me detengo un instante...
Un Papá Noél de traje roñoso y bastante desmejorado, esta hablando con unos chicos de cinco años mas o menos... puedo sentirle el olor a vino desde dos metros, pero bueno... lo que vale es la intención. Los chicos le hacen un favor a él, sacándolo de su mundo mediocre y patético al menos por un instante, haciéndole sentir que todavía sirve para algo. Y el tipo es feliz, quizás más feliz que ninguno de esos chicos en ese momento. Aunque si me pongo a hilar un poco más fino, es un egoísta hijo de puta, porque para sentirse bien se disfraza de papa Noel tercermundista y es feliz a cambio de la desilusión de los chicos, que se imaginaban a papá Noel Gordo y alegre, y ahora se van a sus casas a soñar pesadillas con el olor pestilente de vino tinto barato de este pobre infeliz. Y yo voy con mis bolsas, ajena a todo, viviendo un instante de plástico, así igualito a la sociedad Argentina, toda linda y fabricada, bien antinatural, bien sintética... bien de plástico. Escucho la ambulancia, pasaron ya 45 minutos de aquel desmayo... espero que la gorda este viva todavía.
Salgo de la muchedumbre, el Pastor de la Iglesia Universal esta pasando la canastita por sus “fieles”, y en el primer piso puedo ver claramente que detrás de un gran ventanal una empleada administrativa esta contado guita. Y pensar que los que están rezando y cantando ahí dentro, no saben todavía que Jesús no nació un 25 de Diciembre.
Perdónanos Señor, nunca sabemos lo que hacemos... puta madre!! Me olvidé de comprar los turrones!!
Feliz Navidad para todos!!
LA TIA
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